Hoy es bueno darle gracias a Dios por todo lo recibido durante el año que estamos terminando y no hacerlo con negativismos o pesimismos, con tristezas o nostalgia. Puede que no hayamos logrado nuestras metas, que hayamos tenido momentos difíciles, por enfermedad o por tantos motivos que en nuestro diario vivir no hayan permitido la plena felicidad, pero lo importante es que tenemos vida y mientras la tenemos hay esperanza. Gracias, Señor, por todo lo hermoso que nos regalaste durante este 2024: nuestra familia; nuestros amigos, que siempre que los hemos necesitado han estado a nuestro lado, compartiendo nuestras alegrías y tristezas y que lo han hecho desinteresadamente. Gracias por esos angelitos que no solo en la tierra, sino en el cielo nos han cuidado y protegido. El amor de nuestros hermanos y sobrinos, nuestros padres y las personas que fuimos encontrando en nuestro camino. Y ahora, Señor, queremos mirar con mucha esperanza y llenos de optimismo, este nuevo año que nos regalarás. Te queremos pedir que sea un año de mucha unidad familiar, mucha comprensión y entendimiento. Muchos deseos de triunfos y satisfacciones para alegrarnos los unos con los otros. Sigue guiando nuestros pasos, pero ante todo que no nos falte tu compañía. Que todo lo que deseamos realizar este año que iniciamos, sea bendecido y las obras de nuestras manos guiadas por tus manos. Queremos ser instrumentos de servicio y amor. Bendícenos guárdanos y protégenos. Llenos de felicidad queremos mirar el horizonte de este nuevo amanecer y hacerlo con las personas que amamos. Reafírmanos en el amor de familia y en vínculos de verdadera amistad.
UN MUY FELIZ Y SANTO INICIO DE AÑO. GRACIAS A MI FAMILIA POR ESTAR CERCA DE MÍ. GRACIAS A MIS AMIGOS POR SU AMISTAD DESINTERESADA. PARA TODOS DESEO MUCHA FELICIDAD, PROSPERIDAD Y ANTE TODO SALUD Y BIENESTAR. ¡FELIZ 2025!
PALABRAS DEL SANTO PADRE
En el principio: son las primeras palabras de la Biblia, las mismas con las que comienza el relato de la creación: «En el principio creó Dios el cielo y la tierra» (Gn 1,1). Hoy el Evangelio dice que Aquel que hemos contemplado en su Natividad, como niño, Jesús, existía antes: antes del comienzo de las cosas, antes del universo, antes de todo. Él está antes del espacio y el tiempo. «En Él estaba la vida"» (Jn 1,4) antes de que apareciera la vida. San Juan lo llama Verbo, es decir, Palabra. ¿Qué quiere decirnos? La Palabra sirve para comunicar: no se habla solo, se habla con alguien. (…) Así pues, el hecho de que Jesús sea desde el principio la Palabra significa que desde el principio Dios se quiere comunicar con nosotros, quiere hablarnos. El Hijo unigénito del Padre (cf. v. 14) quiere decirnos la belleza de ser hijos de Dios. (…) Este es el mensaje maravilloso de hoy: Jesús es la Palabra, la Palabra eterna de Dios, que desde siempre piensa en nosotros y desea comunicar con nosotros. Y para hacerlo, fue más allá de las palabras. (…) Se hizo carne y no se volvió atrás. No asumió nuestra humanidad como un vestido, que se pone y se quita. No, nunca se separó de nuestra carne. Y jamás se separará de ella… (Ángelus, 3 de enero de 2021)
