Hemos salido de la noche y estrenamos la aurora, como dice un canto. Hemos salido del descanso con fuerzas renovadas para tomar el camino que tú nos quieres señalar. Al inicio de esta semana nos colocamos en tus manos y pedimos el don de tu gracia, de tu sabiduría y el don de la inteligencia para poder realizar las labores que Tú nos encomiendas. Gracias, Señor, por este nuevo caminar que nos señalas a cada uno de nosotros, por el don del servicio que haremos a nuestros hermanos.
Vamos retomando nuestras labores en el inicio de este año y lo que podremos realizar, lo hagamos con mucho optimismo y llenos de esperanza, con fe en tu gran ayuda y presencia en nuestros corazones. San Juan nos invita: «Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios». Danos la gracia de amar sinceramente de corazón y con generosidad. Ayúdanos a sembrar la buena semilla de las ilusiones y de nuestros anhelos para cosechar satisfacciones.
Tú tomaste la iniciativa de amarnos antes de que nosotros pudiéramos amarte a ti. Ayúdanos a reconocer este amor para que todo lo hagamos conforme a él. Al presentarte humildemente nuestras obras y las acciones de nuestro corazón, te pedimos que todo lo multipliques como multiplicaste los panes y los peces; que todo lo realizado sea ocasión de fraternidad y solidaridad y tengamos de sobra para compartir. Bendice y multiplica nuestra generosidad y servicio y guárdanos en tu amor. Amén.
NO OLVIDEMOS: «DENLES USTEDES DE COMER». Los abrazo y los bendigo.
