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7-jul.-2025, lunes de la 14.ª semana del T. O.

‘Yo sé bien de quien me he fiado’ ¡De Dios! ¡Del Señor Jesús! Confiar: y esto nos lleva a la esperanza.

Bendito y alabado seas por tu bondad, misericordia y generosidad por este día y esta nueva semana que nos regalas y que la recibimos en humildad y sencillez. 

Tu palabra nos inspira para llenarnos de fe y confianza en este día porque Tú tocabas a los enfermos, los curabas y les dabas vida.

Tómanos de la mano y álzanos del desaliento y del pecado. Tócanos con tu Cuerpo y con tu Sangre para sentirnos renovados en tu amor, para que vivamos tu vida y marchemos por tus caminos. Que nos toques con el calor de tu amor para que nuestro amor haga revivir a otros, especialmente a los pobres y a los que sufren. Concédenos que, al inicio de esta semana, podamos realizar nuestros anhelos y esperanzas y todo lo hagamos en alegría y felicidad. Que podamos hacer oídos sordos a palabras necias y no nos dejemos quitar la paciencia y los deseos de hacer tu voluntad. Como la mujer del evangelio, que podamos tocar tu manto de amor y nos sintamos renovados en el corazón. Como la hija de Jairo se sienta la fe que nos has regalado. Permítenos seguir tus huellas y proclamar tus palabras para que nuestra felicidad sea completa al término de la semana. Amén. 

Una muy feliz, santa y esperanzadora semana para todos y un feliz y prometedor lunes. No olvidemos: cuando Dios quiera; como Dios quiera. Abrazos y bendiciones abundantes. 

Palabra del Papa

El hombre o la mujer que tiene fe confía en Dios: ¡confía! Pablo, en un momento oscuro de su vida, decía: ‘Yo sé bien de quien me he fiado’ ¡De Dios! ¡Del Señor Jesús! Confiar: y esto nos lleva a la esperanza. Así como la confesión de la fe nos lleva a la adoración y a la alabanza a Dios, el fiarse de Dios nos lleva a una actitud de esperanza. Hay muchos cristianos con una esperanza demasiado aguada, no fuerte: una esperanza débil. ¿Por qué? Porque no tiene la fuerza y la valentía para confiarse al Señor. Pero si nosotros cristianos creemos confesando la fe, también guardándola, haciendo custodia de la fe y confiando en Dios, en el Señor, seremos cristianos vencedores. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: ¡nuestra fe! (Cf. Homilía de S.S. Francisco, 10 de enero de 2014, en Santa Marta).

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.