
50 años de la Encíclica Humanae Vitae
Celebrará la eucaristía Monseñor Juan Vicente Córdoba Obispo de la Diócesis de Fontibón y presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida. Los invitamos a que vayamos como una sola familia, llamados por la vocación de la defensa de la vida, para pedir la intercesión del beato Papa Pablo VI, por toda la labor realizada y el compromiso de más laicos en esta misión.
Meditación:
¡ TE AMAMOS PABLO VI !
Queremos como simples fieles del mensaje de Jesús hacer un homenaje en esta Eucaristía a la persona de Pablo VI, hoy beato y quien será canonizado el 14 de octubre próximo por el papa Francisco al cumplirse 50 años de la encíclica Humanae Vitae, encíclica en la que afrontó el asunto de la trasmisión de la vida, recién inventada la molécula farmacéutica que generó un arma bioquímica para interrumpir la relación entre vida íntima del varón y de la mujer y la generación de un nuevo ser humano.
Lo que no imaginaron los médicos de su tiempo, 1960, y lo gobernantes es que con esa arma entraba el espíritu de negación a la vida humana, y como espíritu contra la vida y a favor de la muerte, no se queda localizado en un lugar, sino que impregna trágicamente a todo el ser humano y a todos los seres humanos.
Pablo VI, en 1968, en su encíclica sobre la Vida Humana, de manera muy serena, toma de la realidad las consideraciones que los hechos y la historia del siglo XX traía a la vida diaria de los matrimonios, de los jóvenes varones y mujeres, de los fieles al mensaje de Jesús, de los sacerdotes, obispos, médicos, educadores y gobernantes, en el asunto de la trasmisión de la vida después de que las Iglesias cristianas no católicas habían ya aceptado el espíritu de la anticoncepción en su seno, y de que las Naciones Unidas habían declarado “el derecho a espaciar los hijos”, como legitimación de la mayor estrategia de confrontación de poblaciones fuertes contra poblaciones débiles, en la cual por medio del espíritu de la anticoncepción, a una población como la colombiana, y de igual manera, en otros muchos pueblos, le era quitada su capacidad de respuesta moral ante las amenazas de extinción.
Pablo VI, inteligente, representando el amor de Padre, de manera particular, concisa, exhaustiva, nos informa, nos da elementos y nos enseña que el uso de los anticonceptivos en la vida íntima de los creyentes o de los no creyentes, de todo ser humano, inhabilita a existir soberanamente.
En Colombia, Hernán Vergara, un simple fiel católico, médico psiquiatra, padre de siete hijos, amante del campo y autoridad en salud mental, es respaldado por la posición del papa Pablo VI, 20 días antes que llegara este papa a Colombia en agosto de 1968, cuando el 25 de julio proclamó la encíclica Humanae Vitae. Hernán Vergara, desde junio de 1966 conoció personalmente la campaña de control de la natalidad que le fue impuesta a la población pobre de Colombia y de Latinoamérica, no de la mejor manera, sino subversivamente por parte de sus gobernantes y del Senado Americano, aunque éste hubiera preferido no hacerlo de manera clandestina.
Desde el momento en que Pablo VI tuvo el coraje de hablar aunque contrariara a muchos católicos y a los más poderosos del mundo, nació para los fieles católicos y para todo hombre y mujer de buena voluntad, en Colombia y en el mundo entero, una esperanza, alumbró una luz que nos ha guiado día a día, como sabiduría abundante, como providencia generosa, como comunión fraterna y amorosa, creando, redimiendo, abriendo caminos de vida donde hay ruptura, infelicidad, tristeza, hambre, desempleo, agobio y rendimiento.
Es un día grande hoy. Pablo VI no ha muerto.
Comunidad Humanae Vitae, Bogotá, 9 de Julio de 2018