
Alegría y oración en el claustro
Son hermanas consagradas al servicio de Dios y de la humanidad. Se levantan muy temprano, 4:30 a.m., y se van a descansar a las 9:00 p.m., tienen horarios y diferentes actividades, todo el día están ocupadas, por ejemplo, cultivan hortalizas, frutas y verduras para su propio consumo. Hornean y amasan pan y exquisitas colaciones.
Son alegres, con una mirada transparente, plenas y felices. Al escucharlas pareciera que están muy cerquita a Dios y es que las riendas de sus vidas las lleva Él. Hacen ejercicio, también practican algún deporte, aprenden música, tienen formación en diferentes áreas como los idiomas o practican algún instrumento musical. Los sueños no se truncan, Dios les proporciona los medios para poder desarrollar sus talentos y capacidades para el bien común.
Un amor pleno, que sacia y cubre todo
En el día están en silencio y hacen todos sus oficios cumpliendo sus horarios. Además de la oración y la contemplación, tienen pequeños descansos o recreos como ellas los llaman. Dedican también un espacio diario para recibir peticiones de intercesión de diferentes personas que acuden a ellas, para que a través de sus oraciones logren una respuesta del Señor. Esta acción de caridad la hacen con amor y compromiso, cada petición es sagrada.
Se catalogan como cristianas valientes y generosas que se alimentan de oración, sacrificio y eucaristía. Como un ejército de mujeres reparadoras y consoladoras del Sagrado Corazón de Jesús. Pero, ante todo, se consideran como un puente entre Dios y los hombres, capaces de asumir los problemas de todos los que acueden a ellas para presentarlos al Padre.
El Monasterio de la Visitación de Santa María llegó a Colombia hace 125 años, están alrededor del país en 12 ciudades; es una congregación de religiosas fundada en Francia por san Francisco de Sales y santa Juana Francisca Frémyot de Chantal, quienes inicialmente deseaban crear una comunidad para visitar a los enfermos, de ahí el nombre la Visitación; sin embargo, el arzobispo de Lyon, Denis-Simon de Marguemont, les pidió que para aprobarla debía ser orden contemplativa y en obediencia así se constituyó, la orden fue aprobada por la Santa Sede el 23 de abril de 1618 y el 16 de octubre fue erigida como orden religiosa por Pablo V.
Aunque reciben a los que las visitan o conceden entrevistas en una sala, separados por unas celosías, se siente libertad en todo el entorno. Entrevistamos a la hermana Ana Margarita González, de 39 años de edad, quien nació en Bogotá y hace 23 años pertenece a esta orden. También nos acompañó la hermana María Teresa Montoya, oriunda de Cali, de 57 años de edad, y quien hace 40 años pertenece a esta comunidad.
Veamos a continuación sus testimonios: