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El clero colombiano oró y dio gracias por nuevas vocaciones sacerdotales

En el marco de la asamblea de obispos de Colombia que se desarrolló en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, se celebró una eucaristía en la Catedral Primada…

Durante la eucaristía presidida por el señor cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, en la Catedral Primada de Bogotá, se destacó la labor que tiene la iglesia en el acompañamiento de los procesos de formación y crecimiento de los seminaristas. Hicieron presencia el Nuncio Apostólico, obispos,  rectores de seminarios diocesanos y religiosos, diáconos permanentes y laicos.

 

Agradecimiento al Señor por el ejercicio del sacerdocio en Colombia

Durante la homilía el señor cardenal, empezó resaltando la misión de Jesucristo recorriendo todas las aldeas, ciudades y enseñaba en las sinagogas, proclamando el evangelio, curando y sanando a través del amor misericordioso de Dios. Posteriormente realizó tres reflexiones, “si el discípulo tiene como tarea continuar la     obra del Señor, entonces debe convertirse en uno con Él, el discípulo debe recorrer las ciudades y aldeas predicando el evangelio en todo  el mundo. Eso es lo que el papa Francisco subraya cuando habla de una iglesia en salida”.

En la segunda reflexión indicó “Dios es inmensamente rico en misericordia y por medio de su hijo Jesucristo ha reconciliado definitivamente el mundo con Él. El poder que tiene el señor resucitado es el de salvar, la fuerza misma de Dios que libera al ser humano del pecado y le da la oportunidad de vivir como hijo del padre y hermano de todos. Por eso la tarea de la iglesia cuando sale a predicar la palabra de Dios, es anunciar que  Dios ya está que nos ama y nos reconcilia. Para que la humanidad tome conciencia  de esa presencia de Dios se necesitan evangelizadores, que hayan sido testigos del amor misericordioso de Él”.

De esta manera, como lo indica el Señor Cardenal en la tercera reflexión,  “toda la iglesia tiene que orar para que el Señor envíe los obreros que recojan esa cosecha. Llevar a ese evangelio de salvación y por eso cuando el Señor nos pide orar para que Él envíe esos obreros ,yo pienso que también nos está pidiendo que nosotros los que ya hemos sido enviado seamos capaces de orar permanentemente para que podamos permanecer fieles en la respuesta  que hemos dado al Señor”.

A continuación la homilía completa del señor cardenal Rubén Salazar Gómez Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, Presidente del CELAM: