
El importante legado del padre Francis Wehri
El padre Francis Wehri, OSB, nació el 27 de octubre de 1935, en Haymarsh Cree, Dakota del Norte, Estados. De la mano de sus padres Frank Wehri y Kathryn Roether, pasó sus primeros años de infancia en una granja donde su familia cultivaba trigo, cebada y maíz.
Ingresó a Assumption Abbey, un colegio perteneciente a los monjes benedictinos, a cursar secundaria. Con tan solo 15 años de edad, el padre Francis ya tenía claro que deseaba ser monje. Estudió filosofía y psicología de la Universidad Saint John’s en Minnesota. Además, se formó en teología, humanidades, historia, ciencias, matemáticas, latín, griego e inglés. En su tiempo libre disfrutaba tocar del piano. El padre Francis, fue ordenado sacerdote el 27 de mayo de 1961 y llegó a ser vicerrector en la Abadía entre los años 1963 y 1966.
Arribó a Colombia en mayo de 1966, por orden de sus superiores. Con tan solo 31 años llegó a Bogotá a apoyar al recién fundado Colegio San Carlos, pero dos semanas después de su llegada fue nombrado rector y desde entonces realizó un papel de guía y formador de jóvenes durante 49 años. “Miles de jóvenes y padres de familia recuerdan al padre como músico, tocando el órgano en las eucaristías. Recuerdo en una ocasión, cuando tocó el Himno Nacional de Colombia, los estudiantes cantaron como si estuvieran liberándose nuevamente de los conquistadores”, indicó el padre Philip Vanderlin, OSB, amigo cercano del padre Francis.
El padre Francis amaba al colegio como su propio hogar, siempre lo mantenía limpio, organizado y daba la bienvenida a todos, especialmente a los estudiantes que presentaban exámenes de admisión con excelencia y mostraban dedicación al estudio. Jamás rechazó a alguien por su condición económica u orientación religiosa, trataba a todos por igual.
Su legado perdurará por siempre, puesto que entregó su vida entera al colegio y a las obras sociales de la comunidad benedictina en Bogotá. Formó un sin número de estudiantes que sobresalen actualmente en ciencias, el mundo empresarial, la política, la cultura, la música, la educación, deportes, etc.
Será recordado por la importancia que le daba a la oración y el trabajo (ora et labora, el lema del colegio y de la comunidad), enseñaba a los estudiantes que los atajos no existen, que el éxito se consigue con trabajo fuerte, oración y educación.
El padre Francis murió el pasado 30 de julio, dejando un profundo vacío en los alumnos y exalumnos del Colegio San Carlos y en todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
“Yo viví con él por casi 50 años y soy testigo de su testimonio como monje, sacerdote y hombre. No tuve la fortuna de estar con él durante sus últimas horas, pero lo puedo imaginar diciéndome que ‘morir es parte de la vida. Estoy listo y no tengo quejas’ ", señaló el padre Philip.
Hospitalidad y humildad, dos cualidades de un monje benedictino, muestran la vida de un gran hombre que dejó una importante huella en la sociedad colombiana.