
Iglesia fortalece capacidad para responder a realidad migratoria en Colombia
Este encuentro permitió lograr una articulación que fortalece la capacidad de la Iglesia Católica para la ayuda a los migrantes venezolanos y crear compromisos en relación con la transformación y la incidencia política para avanzar en la nueva realidad migratoria en Colombia.
“Necesitamos una Iglesia de puertas abiertas para recibir a todos los migrantes, sin importar su nacionalidad”, así lo manifestó el padre Isaías Birollo, misionero de la Congregación Scalabrinianos frente a la labor de formación de los misioneros de los migrantes, en el Encuentro Nacional de Migración y Refugio, liderado por el Secretariado Nacional de Pastoral Social.
El padre Birollo anotó que la labor en favor de esta población es velar por la defensa de sus derechos, ayudar a integrarse y a que establezcan relaciones culturales de intercambio con la comunidad local. En ese marco, el sacerdote invitó a los colombianos a estar abiertos para acoger a los migrantes que están llegando.
Política pública restrictiva
Según Marco Romero, director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), Colombia es un país que no tiene una política pública ni normatividad adecuada para enfrentar los problemas de la migración. Precisó que hay una cantidad de herramientas en América Latina en migraciones que pueden aplicarse en Colombia. "Nuestro reto, desde la sociedad civil, es preparar una propuesta para el Gobierno entrante y el Congreso para que Colombia sea un país de protección”. Finalmente planteó que la crisis venezolana tiene una ventaja al posibilitar crear un escenario regional en búsqueda de una solución y acuerdos.
Estrategia eclesial local
Yeimy Naicy, Coordinadora de Atención al Migrante en Maicao de la Pastoral Social, manifestó que el reto ha sido principalmente en “fortalecer a las parroquias para brindar orientación sobre las rutas de atención para población migrante venezolana”, explicó que esto ha permitido descentralizar la atención y responder desde lo local de manera inmediata. También han logrado identificar necesidades puntuales y buscar otros actores para que se sumen. Anunció que por esta vía en la Guajira se van abrir 18 nuevos comedores desde las parroquias.
Ricardo Morillo, de la Diócesis de Pasto, dijo que en esa jurisdicción frente al fenómeno migratorio de venezolanos “hay una necesidad de trabajar en red a nivel diocesano y parroquial, bajo unos criterios comunes. A nivel de parroquias es muy importante activar el voluntariado y los equipos locales que nos ayuden a dar una respuesta inmediata mientras, se organiza una respuesta complementaria en los centros poblados.”
Por parte de la arquidiócesis de Bogotá, asistieron monseñor Álvaro Vidales, Director Ejecutivo de la Fundación de Atención al Migrante (FAMIG) y la hermana Teresinha Monteiro, secretaria ejecutiva del FAMIG.