
La fraternidad: fundamento y camino para la paz
Signo: resaltar en este día la imagen de la Virgen María y ambientarla con un cirio encendido, y/o algunas estrellas alrededor.
Lectura de la Palabra de Dios Lc 1,26-56
"En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente
ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?" Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como lo había prometido a nuestros padres— en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». María se quedó con ella unos tres meses y volvió a su casa”.
Palabra del Señor.
Meditación
María, con la "dulzura de su mirada nos ayuda a descubrir la alegría de la ternura de Dios", porque ninguno como ella ha conocido la profundidad del Misterio de Dios hecho hombre Jesús, el Rostro de la Misericordia del Padre. Como ella, aprendamos nosotros a mirar con profundo amor a su Hijo Jesús.
Ella nos trasparenta algunos gestos misericordiosos, como el de colocarse a la escucha de la Palabra de Dios, "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra"; ella supo escuchar, meditar y vivir la Palabra, "conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón" (Lc 2, 51). El papa Francisco nos dice: "para ser capaces de misericordia debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios" (Misericordiae Vultus 13). Así comprendemos por qué María fue capaz de tanto amor y de tanta misericordia.
Otro gesto, el de hacerse prójimo del necesitado: “María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña”, a casa de su familiar, anciana, para ayudarla en todo lo necesitado; ella recorre kilómetros para acercarse a brindar ayuda. Esa es la misericordia hecha obra.
Ella sabe ver la obra de Dios en la historia y por eso puede irrumpir en un grito de alabanza, de gozo, reconociendo el amor de Dios que se ha derramado de generación en generación (Lc 1,50). Reconocer la misericordia de Dios la lleva a ser mujer orante, mujer de la alabanza.
Como María, aprendamos a escuchar y vivir la Palabra de Dios, ponernos al servicio de los demás, e irrumpir en gozosa alabanza, de orar confiadamente, reconociendo el amor de Dios que llena toda nuestra historia colombiana y de brindar perdón y misericordia a todos.
Adjuntamos el archivo digital de la novena de Navidad 2015 de la arquidiócesis de Bogotá, y el link para su visualización:
http://issuu.com/directorio2014/docs/novena_de_navidad_2015_2
Las novenas serán distribuidas por parroquias. En caso que requieran más ejemplares, pueden adquirirlos en la Oficina de la Vicaría de Evangelización.
Descargue a continuación la Novena de Navidad 2015