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Noticias

No solo anunciadores sino testigos de la misericordia de Dios

En la Catedral Primada de Colombia, al inicio de la Semana Mayor, se llevó a cabo la celebración de la Misa Crismal con la asistencia de más de 400 sacerdotes, presidida…

Cada año esta celebración reune a los presbíteros de la arquidiócesis de Bogotá, acompañados también por los diáconos.

Este año asistieron los obispos auxiliares Pedro Salamanca y Luis Manuel Alí; monseñor Gabriel Romero, emérito de Facatativá y el obispo auxiliar de Morelis, México y secretario del CELAM, monseñor Juan Espinoza Jiménez, los Vicarios episcopales teritoriales y en esta oportunidad estuvo presente monseñor Octavio Ruiz Arenas, secretario del consejo pontificio de la promoción de la Nueva Evangelización, con sede en Roma.

Esta eucaristía es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo, como signo de la unión estrecha de los presbíteros con él. Después de la homilía los sacerdotes en pleno renuevan las promesas hechas en la ordenación sacerdotal, se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos de los catecúmenos y de los enfermos.

Los aceites santos

Luego de la renovación de los compromisos sacerdotales, el arzobispo realiza el rito de consagración del Santo Crisma, es decir el óleo perfumado que representa la Gracia del Espíritu Santo.

El santo crisma se usa en la administración de los sacramentos del bautismo, la confirmación y las órdenes sagradas, en la consagración de iglesias, se ungen con el crisma la cabeza del recién bautizado, la frente de la persona confirmada, la cabeza y las manos de un obispo en su consagración y las manos de un sacerdote en su ordenación.

La palabra crisma proviene de latín: chrisma, que significa unción.

También se bendicen el Óleo de los Catecúmenos, usado para ungir a los que están preparándose para el Bautismo; y el Óleo de los Enfermos, usado en el Sacramento de la unción de los enfermos

Presencia misericordiosa

Durante la homilia, el señor cardenal invitó al presbiterio a salir al encuentro, a trabajar unidos y adherirse a la misión a la evangelización. “Una tarea que hoy sentimos con especial fuerza es la de adherirnos cada vez más libre y concientemente a Nestro Señor Jesucristo para recibir su amor, misericordia y perdón. Y, de esta manera experimentar como Él nos vivifica y transforma para poder convertirnos en no solo anunciadores sino en verdaderos testigos de su misericordia”: enfatizó el Cardenal durante su homilía.

“La Iglesia que peregrina en Bogotá debe ser más sensible a ese envío misionero, si nos unimos y crecemos de manera permanente como comunidad es para poder ir y salir a todos los ricncones de nuestro terriorio ciudad y universo. Llevar esperanza a un mundo donde pesa la injusticia, el pecado y la violencia". Recalcó a la comunidad presente.

A continuación, la homilía completa del señor cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, Presidente del CELAM:

 Al finalizar el Señor Cardenal habló con algunos medios de comunicación y envió un mensaje puntual para Semana Santa y solidadridad con los hermanos de Mocoa.

 

Algunos presbíteros de la arquidiócesis de Bogotá dieron testimonio sobre lo que ha significado su vida como sacerdotes a continuación: