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27-may.-2022 viernes de la 6.ª semana de Pascua

Qué hermoso despertar nos regalas, Señor, para vivirlo en plenitud y llenarlo de ilusiones.

Qué hermoso despertar nos regalas, Señor, para vivirlo en plenitud y llenarlo de ilusiones. Como sabemos confiar en ti, te pedimos que conviertas en este día nuestras tristezas en alegría nuestros sufrimientos en consuelo porque esos son los verdaderos rostros de la vida que queremos transformar en este día. Que Dios Padre nos conceda la alegría de sentirnos resucitados contigo.
San Felipe Neri solía decir: “Un santo triste es un triste santo”. Dios ama al que da y se da con alegría. Él nos enseña lo que significa no estar triste. La tristeza es el negativismo del corazón porque nos lleva a vivir en soledad y en desilusión. Es perder nuestra confianza en ti, Señor, y no dejar que tu palabra sea nuestro consuelo. Nuestra principal alegría es buscar la santidad por medio del servicio, la entrega y la disponibilidad, amando a nuestros hermanos y preocupándonos por cumplir la voluntad del Padre celestial.
Le dices a san Pablo: "No temas que yo estoy contigo". Confiamos plenamente en ti, Padre misericordioso y de bondad, y sabemos que nos quedaremos defraudados, que nuestra valentía está en anunciar tu palabra que es vida. Cada uno de nosotros hagamos que nuestra vida sea de bondad, de caridad; que ella ilumine nuestro caminar cristiano y nos ayude a verte a ti, Padre bondadoso y Señor de la misericordia, como la verdadera riqueza de nuestros corazones y de toda nuestra acción de servicio y entrega a nuestros hermanos. En este día queremos colocar nuestras vidas en tus manos para que tú nos permitas caminar cerca de tu corazón, mostrándonos el camino que deseas que recorramos en este día. Amén.
Feliz viernes para todos y que sea vivido en plenitud de buenas obras y acciones. Que a pesar del cansancio que podemos sentir por lo realizado en la semana, demos lo mejor del optimismo para terminar muy bien esta semana. Nuestra tristeza se convertirá en alegría. Abrazos y bendiciones.
 

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda pbro.