Hoy es un buen día para iniciar nuestra jornada puestos en tus manos y confiados a tu misericordia y tu bondad. A Ti nos acogemos con corazón agradecido y optimista, nos das salud y bienestar para emprender esta jornada. Conoces lo que hay en nuestros corazones. Sean buenas o egoístas nuestras intenciones, lo dejamos todo a tu juicio compasivo. Pero te pedimos: Confírmanos en la voluntad de servir con lealtad y amor a ti y a nuestros hermanos. En este martes con el que abrimos nuestra jornada laboral te pedimos que todo lo que podamos realizar de palabra y de obra sea para alabarte a Ti, para bendecirte y procurar el bien de nuestros hermanos. Que no miremos nuestras actitudes con un sentido de interés y por el contrario nuestra generosidad sea en todo momento desinteresada, que todo lo que podamos realizar lo podamos hacer a tu gloria y a tu nombre. Esperamos al finalizar nuestra jornada agradecerte por lo que has realizado en cada una de nuestras vidas. Amén.
Que sea una jornada llena de bendiciones y buenas acciones. Con alegría, fe, confianza y optimismo vayamos a nuestras labores. Mis Oraciones por el éxito en sus labores, bendecidas abundantemente. Feliz martes.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
¿Cómo podemos entender si realmente tenemos fe, es decir, si nuestra fe, aunque minúscula, es genuina, pura y directa? Jesús nos lo explica indicando cuál es la medida de la fe: el servicio. Y lo hace con una parábola que a primera vista es un poco desconcertante, porque presenta la figura de un amo dominante e indiferente. Pero ese mismo comportamiento del amo pone de relieve el verdadero centro de la parábola, es decir, la actitud de disponibilidad del siervo. Jesús quiere decir que así es un hombre de fe en su relación con Dios: se rinde completamente a su voluntad, sin cálculos ni pretensiones.
Esta actitud hacia Dios se refleja también en el modo en que nos comportamos en comunidad: se refleja en la alegría de estar al servicio de los demás, encontrando ya en esto nuestra propia recompensa y no en los premios y las ganancias que de ello se pueden derivar. Esto es lo que Jesús enseña al final de esta lectura: «Cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: “Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer”» (Ángelus, 6 de octubre de 2019)