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13-nov.-2024, miércoles de la 32.ª semana del Tiempo Ordinario

Gracias por limpiarnos de nuestra lepra del egoísmo, la pereza, la falta de solidaridad y nuestra falta de confianza en Ti.

Señor, otro momento, otro día, otro amanecer, nuevas ilusiones y nuevas esperanzas,  que recibimos de tus manos generosas y que comenzaremos a dar a nuestros hermanos porque de ti procede todo lo que somos y tenemos; te debemos y agradecemos sobre todo la vida, el perdón y el amor; te pedimos que hoy nos concedas un corazón agradecido por las cosas buenas y agradables, no solamente por la felicidad de sentirnos realizados, sino también por la alegría y hasta el sufrimiento que en Ti tienen  sentido.

Acepta nuestra acción de gracias, dirigida a Ti y al Padre celestial, nuestra gratitud por las personas que has puesto en nuestro camino, los que nos ayudan en tiempo de necesidad o los que nos recuerdan que no podemos ser plenamente felices mientras haya hermanos que sufren. Te Hemos oído decirle al leproso extranjero: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».  Que ojalá hayamos oído también nosotros esas mismas palabras. Que no seamos desagradecidos y al contrario te demos gracias en todo momento. Gracias por limpiarnos de nuestra lepra del egoísmo, la pereza, la falta de solidaridad y nuestra falta de confianza en Ti. A Ti te alabamos y te bendecimos. Te damos gracias. Un muy feliz, santificado y agradecido miércoles. 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

El segundo aspecto es agradecer. En el grupo de los diez leprosos hubo uno solo que, al verse curado, volvió a alabar a Dios y a mostrar su gratitud a Jesús. Los otros nueve fueron sanados, pero luego cada uno tomó su camino, olvidándose de Aquel que los había curado. (…) Saber dar las gracias es esencial. Todos los días, dar gracias al Señor, aprender a darnos las gracias entre nosotros: en la familia, por esas pequeñas cosas que recibimos a veces sin ni siquiera preguntarnos de dónde vienen; en los lugares que frecuentamos cada día, por los muchos servicios que disfrutamos y por las personas que nos apoyan; en nuestras comunidades cristianas, por el amor de Dios que experimentamos a través de la cercanía de los hermanos y hermanas que muchas veces en silencio rezan, ofrecen, sufren, caminan con nosotros. Por favor, no olvidemos nunca esta palabra clave: ¡Gracias! No nos olvidemos de escuchar y decir “gracias".  (Homilía Misa de Canonización de los Beatos Giovanni Battista Scalabrini y Artemide Zatti, 9 de octubre de 2022)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.